Acelga, Acelgas
Beta vulgaris var. cicla
Nombre común o vulgar: Acelga,
Acelgas
Nombre científico o latino: Beta
vulgaris var. cicla
Familia: Quenopodiáceas.
Origen: Región mediterránea.
La acelga es un vegetal hermoso de hoja grande, con tallos planos anchos que se
parecen al apio.
Constituye una buena alternativa a las espinacas, ya que es muy productiva.
Si le gusta la espinaca, también le gustará la acelga.
Sabor agradable, azucarado y con un sabor a tierra y algunas partes levemente
amargas.
La acelga contiene una cantidad enorme de vitamina A y es naturalmente alta en
sodio (sal.) Una taza contiene 313 miligramos de sodio, que es lo más alto en
los vegetales.
La acelga también es asombrosamente alta en otros minerales, como calcio,
hierro, magnesio, fósforo y potasio.
Composición química de la acelga:
Agua 88%
Hidratos de carbono 45% (fibra 3, 6%)
Proteínas 2%
Lípidos 0, 4%
Potasio 200 mg/100 g
Sodio 20 mg/100 g
Calcio 110 mg/100 g
Hierro 3 mg/100 g
Fósforo 30 mg/100 g
Vitamina C 20 mg/100 g
Vitamina A 330 microgramos/100 g
Hidratos de carbono 45% (fibra 3, 6%)
Proteínas 2%
Lípidos 0, 4%
Potasio 200 mg/100 g
Sodio 20 mg/100 g
Calcio 110 mg/100 g
Hierro 3 mg/100 g
Fósforo 30 mg/100 g
Vitamina C 20 mg/100 g
Vitamina A 330 microgramos/100 g
Descripción:
La acelga es una planta bianual y de ciclo largo que no forma raíz o fruto
comestible.
El vástago floral alcanza una altura promedio de 1,20 m.
Las flores son sésiles y hermafroditas pudiendo aparecer solas o en grupos de
dos o tres.
El cáliz es de color verdoso y está compuesto por 5 sépalos y 5 pétalos.
Las semillas son muy pequeñas y están encerradas en un pequeño fruto al que
comúnmente se le llama semilla (realmente es un fruto), el que contiene de 3 a 4
semillas.
Las hojas constituyen la parte comestible y son grandes de forma oval tirando
hacia acorazonada; tiene un pecíolo o penca ancho y largo, que se prolonga en el
limbo; el color varía, según variedades, entre verde oscuro fuerte y verde
claro.
Los pecíolos pueden ser de color crema o blancos.
Los limbos de sus hojas se llaman pencas, tienen un pecíolo acostillado que se
injerta en el tallo. Ambas partes, tallos y pencas, se consumen cocidas.
Variedades de acelga:
- Verde de penca blanca ancha.
- Verde de penca blanca alargada.
- Verde Bressane (penca blanca ondulada, longitud intermedia).
- Amarilla de Lyón (color amarillento de la penca que es blanca y ancha).
- Amarilla de penca blanca.
- Verde de penca blanca alargada.
- Verde Bressane (penca blanca ondulada, longitud intermedia).
- Amarilla de Lyón (color amarillento de la penca que es blanca y ancha).
- Amarilla de penca blanca.
CULTIVO DE LA ACELGA
Luz:
No requiere excesiva luz, perjudicándole cuando ésta es elevada, si va
acompañada de un aumento de la temperatura.
Temperaturas:
La acelga es una planta de clima templado, que vegeta bien con temperaturas
medias; le perjudica bastante los cambios bruscos de temperatura.
Las variaciones bruscas de temperatura, cuando las bajas siguen a las elevadas,
pueden hacer que se inicie el segundo periodo de desarrollo, subiéndose a flor
la planta.
En algunas regiones tropicales y subtropicales se desarrolla bien, siempre y
cuando esté en zonas altas y puede comportarse como perenne debido a la ausencia
de invierno marcado en estas regiones.
La planta se hiela cuando las temperaturas son menores de 5º C bajo cero y
detiene su desarrollo cuando las temperaturas bajan de 5º C por encima de cero.
En el desarrollo vegetativo las temperaturas están comprendidas entre un mínimo
de 6º C y un máximo de 27º a 33º C, con un medio óptimo entre 15º y 25º C.
Las temperaturas de germinación están entre 5º C de mínima y 30º a 35º C de
máxima, con un óptimo entre 18º y 22º C.
Para que se presente la floración necesita pasar por un período de temperaturas
bajas.
Suelo:
La acelga necesita suelos de consistencia media; vegeta mejor cuando la textura
tiende a arcillosa que cuando a arenosa.
Requiere suelos profundos, permeables, con gran poder de absorción y ricos en
materia orgánica en estado de humificación.
Es un cultivo que soporta muy bien la salinidad del suelo, resistiendo bien a
cloruros y sulfatos, pero no tanto al carbonato sódico.
Requiere suelos algo alcalinos, con un pH óptimo de 7,2, vegetando en buenas
condiciones en los comprendidos entre 5,5 y 8, no tolerando los suelos ácidos.
Encalar los suelos ácidos (aportar cal) para que las plantas cobren fuerza y las
hojas ganen color.
Preparación del terreno:
Se dará una labor profunda al suelo y si se aporta estiércol, se aprovechará la
labor para enterrarlo.
A continuación se darán un par de labores de cultivador, grada o fresadora,
aprovechando alguna de esas labores para aportar el abonado de fondo.
Semillero de acelga:
La siembra directa en semillero (bandeja de alveolos) consiste en poner una
semilla por alveolo.
Esto conlleva un aclareo posterior de las plantas, debido a que de cada semilla
emergerán varias plantas.
En invernadero es común germinar las semillas en semilleros, repicando las
plantas cuando tienen cuatro o cinco hojas.
De esta forma es posible trasladar las plantas al terreno definitivo de cultivo
con un mes de adelanto respecto a las plantas de siembre directa.
De esta forma se tarda entre 8 a 10 días en nacer la semilla de acelga, cuando
las temperaturas están comprendidas entre 25º C por el día y 15º C por la noche.
Siembra:
Por semillas se pueden hacer planteles en bandejas o bien en siembra directa a
voleo o en hileras.
La ventaja de hacer primero los planteles o adquirirlos ya hechos es que nos
dará menos trabajo en el huerto la limpieza de hierbas competentes.
Si las sembramos en hileras de siembra directa bastará con hacer un surco no muy
profundo, introducir dos semillas cada palmo, enterrar, regar y esperar su
crecimiento teniendo cura de sacar las hierbas competentes.
La acelga se debe sembrar directamente en el huerto, desde inicios hasta
mediados de primavera.
La anchura de las láminas de plástico para el caso de acolchar eras, debe ser de
la dimensión que tengan las eras.
Si el cultivo se realiza en llano, ocupando todo el espacio del suelo del
invernadero, entonces se ponen franjas lo más anchas posible, solapándose unas
con otras y cubriendo todo el suelo.
Época de siembra: durante todo el año, ideal, la primavera.
Distancia entre plantas: 25 cm.
Distancia entre surcos: 66 ó 77 cm a hilera sencilla 92 ó 100 cm a hilera doble.
Los marcos de plantación más empleados son de 7 plantas por metro cuadrado.
Densidad de siembra: 8-10 Kg/ha.
En la acelga se utiliza normalmente la siembra directa, colocando de 2 a 3
semillas por golpe, distantes 0,35 cm sobre líneas espaciadas de 0,4 a 0,5 m, ya
sea en surco sencillo o doble.
En los cultivos de invernadero destaca el empleo del acolchado para proteger al
suelo de malas hierbas.
En los acolchados de cultivos invernales para producción de follaje es
recomendable emplear lámina de polietileno negro, o transparente, o blanco opaco
de 100 galgas de grosor.
Siembra en otoño en una caja o cajonera profunda y sin espaciar, y corta las
hojas más tiernas para acompañar las ensaladas.
Siembra en primavera para recolectar en verano y otoño, y a finales del verano,
para hacerlo en invierno y primavera.
Trasplanta las plantitas desde un semillero o espácielas en el mismo lugar de
modo que queden 30 cm entre ejemplar y ejemplar.
Riego:
La acelga es un cultivo que debido a su gran masa foliar necesita en todo
momento mantener en el suelo un estado óptimo de humedad.
Después de plantar, regar diariamente durante una semana sin abono.
A los 8 ó 10 días después de aplicar el primer riego, conviene dar una
rastrillada en el lomo del surco para quitar unos 2 o 3 cm de tierra con la
finalidad de tumbar y desmoronar los terrones, emparejar el lomo del surco,
eliminar la maleza recién nacida, arropar la humedad y conseguir una emergencia
uniforme.
La acelga apenas se riega en invierno y en verano una vez a la semana es
suficiente.
Cuando el riego se realiza por gravedad se recomiendan aportes de agua después
de la plantación, a los 15-20 días y luego se establece un turno de 20 días que
se irá aumentando hasta febrero y se disminuirá a partir de esas fechas.
Abonado o fertilización:
Agradece mucho el estiércol seco y el potasio.
Aplicar un abonado de fondo de 20 g/m2 de abono complejo 15-15-15.
En el abonado de cobertera, con riego por gravedad, es común aplicar 10 g/m2 de
nitrato potásico después de cada riego, no debiendo rebasar los 50 g/m2 en la
suma del total de las aplicaciones.
Esta dosis puede aumentarse hasta 100 g/m2, cuando la recolección se hace por
corte periódico de hojas, abonando después de cada corte.
En invernadero la acelga constituye normalmente un cultivo secundario y a pesar
de tratarse de un cultivo exigente en materia orgánica, no suele aplicarse
estiércol, a no ser que el siguiente cultivo de la alternativa requiera el
aporte de estiércol en el cultivo anterior.
Sin embargo, si supone el cultivo principal de la alternativa, es aconsejable
aportar 2,5-3 kg/m2 de estiércol para obtener el máximo rendimiento.
Los requerimientos de nitrógeno son elevados desde que comienza el rápido
crecimiento de la planta hasta el final del cultivo.
Las necesidades de potasio son elevadas a lo largo de todo el ciclo de cultivo.
A título orientativo, el abonado de fondo puede llevarse a cabo con la
aplicación de 50 g/m2 de abono complejo 8-15-15.
Malas hierbas:
Durante los primeros estadios de la planta es común dar labores de bina al
suelo.
Cuando las plantas son más adultas esta operación se sustituye por una escarda
manual o química que mantenga al suelo limpio de malas hierbas.
Si se colcha el suelo estas labores solo se realizarán antes de su instalación.
El plástico al colocarlo debe quedar lo más tenso posible y muy pegado a la
tierra, con el fin de que las plántulas de malas hierbas tengan poco volumen de
aire para su desarrollo.
Otra técnica de protección del suelo es el empajado.
Plagas y enfermedades de la acelga:
- Pulgón negro.
- Pulguilla de la remolacha.
- Mosca de la remolacha.
- Cercospora.
- Virus del amarilleo.
- Pulguilla de la remolacha.
- Mosca de la remolacha.
- Cercospora.
- Virus del amarilleo.
Los caracoles se evitan con la ceniza de las chimeneas, que impide que los
caracoles se acerquen, aunque cuando se riega o llueve pierde efectividad.
Recolección:
La recolección de la acelga puede hacerse de dos formas, bien recolectando la
planta entera cuando tenga un tamaño comercial de entre 0,75 y 1 Kg de peso, o
bien recolectando manualmente las hojas a medida que estas van teniendo un
tamaño óptimo.
La acelga puede ser cosechada cuando las hojas son jóvenes y suaves o después de
madurar, cuando los tallos de las hojas son grandes y están ligeramente más
resistentes.
La acelga es extremadamente perecedera (se descompone), así que guárdela en el
refrigerador por un tiempo mínimo.
Guarde las hojas sin lavarlas en bolsas plásticas, en el lugar donde pone
vegetales en el refrigerador, de 2 a 3 días.
Los tallos se pueden almacenar más tiempo si se cortan de las hojas.
La longitud de las hojas es un indicador visual del momento de la cosecha (25
cm), siendo el tiempo otro parámetro, 60-70 días el primer corte y después cada
12 a 15 días.
Es recomendable cortar las hojas con cuchillos o navajas bien afilados, evitando
dañar el cogollo o punto de crecimiento, ya que podría provocarse la muerte de
la planta.
Recolectar las hojas cuando hayan crecido lo bastante o bien corta la planta
entera, dejando un tocón de 3 cm para que pueda rebrotar.
Las acelgas pueden irse consumiendo conforme sacan sus hojas siendo preferible
no dejarlas que hagan semillas a no ser que se desee tal propósito para
posteriores siembras.
Las hojas de acelga se congelan bien después de esterilizarlas, pero los tallos
se ponen suaves por el agua y un poco desagradables.
Ponga la acelga en bolsas que se pueden cerrar y que se pueden congelar, sin
dejar espacio en la bolsa.
Anote nombre y fecha y ponga la bolsa en el congelador a cero grados, hasta por
un año.