lunes, 6 de mayo de 2013

Calabacín


Calabacín, Calabacines, Zapallito italiano
Cucurbita pepo
Calabacín, Calabacines, Zapallito italianoCalabacín, Calabacines, Zapallito italianoCucurbita pepo

Nombre común o vulgar: Calabacín, Calabacines, Zapallito italiano
Nombre científico o latino: Cucurbita pepo
Familia: Cucurbitáceas.
Origen: Centroamérica.
Planta anual, arbustiva o rastrera.
Las hojas son erectas, de pecíolo muy largo, ásperas y espinosas, de lámina ancha y forma casi triangular, con 5 a 7 lóbulos y base cordada. La floración es monoica, con flores grandes, de color amarillo y corola acampanada-erecta.
Los frutos constituyen el órgano de consumo habitual y contienen semillas grandes, marginadas, planas y de color blanco-amarillento.
Variedades de calabacín:
- Blanco precoz.
- Belleza negra.
- Verde perfection.
- Verde de Italia.
- Verde de Algar.
- Verde hortelano.
- Redondo de Niza.
- Verde Storr (híbrido).
- Ambassador.
Usos culinarios:
Su consumo ha aumentado fuertemente en la última década, quizás debido precisamente a que su uso en la dieta, cocido o como producto fresco en ensaladas, por un bajo aporte calórico.
Se prepara en ensaladas, rebozados, en platos de verduras o arroz, en forma de crema.
Es fuente de betacarotenos y de vitamina C el calabacín (110 gramos de producto aportan la cuarta parte del requerimiento diario de esta vitamina).
Bajo en calorías si se prepara hervido, pero alto si se fríe.
Composición química del calabacín:
Agua 96%
Hidratos de carbono 2, 2% (fibra 0, 5%)
Proteínas 0, 6%
Lípidos 0, 2%
Sodio 3 mg/100 g
Potasio 300 mg/100 g
Calcio 24 mg/100 g
Fósforo 28 mg/100 g
Vitamina A 90 mg/100 g
Vitamina C 22 mg/100 g
Ácido fólico (Vit. B3) 13 microgramos/100 g
CULTIVO DEL CALABACÍN
Ciclos de cultivo:
- Extra-temprano
- Temprano
- Semi-tardío
- Tardío
Luz:
Es una planta que necesita bastante luminosidad, por lo que una mayor insolación repercutirá directamente en un aumento de la cosecha.
Temperaturas:
El calabacín es un cultivo que requiere una climatología cálida.
La planta se hiela con temperaturas por debajo de 0ºC; si esa temperatura ocurre durante pocas horas y la helada no afecta a la parte radicular, cuando la temperatura se eleva la planta rebrota y se recupera inmediatamente.
No vegeta bien cuando la temperatura es inferior a 8º C, llegando a detener su desarrollo vegetativo.
El desarrollo óptimo está con temperaturas entre 25º y 35ºC.
El desarrollo vegetativo del calabacín es muy rápido cuando en el ambiente del invernadero la temperatura es alta y hay humedad suficiente.
El calabacín no es demasiado exigente en temperatura, menos que el melón, pepino y sandía, aunque soporta temperaturas más elevadas.
Humedad ambiental:
La humedad relativa óptima del aire en el invernadero oscila entre el 65 % y el 80 %.
Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y dificultan la fecundación.
Suelo:
Es poco exigente en suelo, adaptándose con facilidad a todo tipo de suelos, aunque prefiere aquellos de textura franca, profundos y bien drenados.
Responde muy bien en los suelos que están bien provistos de materia orgánica.
El pH óptimo oscila entre 5,5 y 6; en los suelos neutros y alcalinos pueden manifestarse carencias de microelementos.
Los valores de pH óptimos oscilan entre 5,6 y 6,8 (suelos ligeramente ácidos), aunque puede adaptarse a terrenos con valores de pH entre 5 y7.
A pH básico pueden aparecer síntomas carenciales, excepto si el suelo está enarenado.
Si los suelos están enarenados se comporta perfectamente incluso si son alcalinos.
Es una especie medianamente tolerante a la salinidad del suelo y del agua de riego, (menos que el melón y la sandía y más que el pepino).
Hay que trabajar el suelo a una profundidad de 40 cm, enterrando estiércol bien descompuesto.
Siembra:
En calabacín suele realizarse la siembra directa en el suelo o en la capa de arena, a razón de 2-3 semillas por golpe, que se sembrarán juntas al objeto de que al emerger rompan la costra del suelo con mayor facilidad, cubriéndolas con 3-4 cm de tierra o arena, según corresponda.
Durante la germinación y nascencia exige temperaturas altas en el substrato.
Para germinar, la temperatura óptima está entre 18º y 28ºC; si la temperatura es baja, del orden de 10º C, la germinación es difícil.
Con temperaturas alrededor de 14º C por la noche y 25º C por el día, el calabacín tarda de 3 a 4 días en nacer.
El tiempo que tarda en hacerse una planta en semillero, desde que nace hasta que está en condiciones de llevarla al suelo de cultivo, es de 20 a 25 días, en condiciones normales de temperatura.
La planta de calabacín al ser bastante voluminosa es preferible que si hacemos el plantel en bandejas, éstas sean de gran capacidad o de lo contrario los planteles padecerán cuando su crecimiento sea excesivo y aún no podamos trasplantarlas.
Si queréis un buen consejo práctico es preferible hacer los planteles poniendo una o dos semillas en cada vasito de plástico de esos que a veces encontramos tirados y que se usan para poner plantas aromáticas.
De esta manera la planta podrá desarrollarse perfectamente hasta su trasplante y al mismo tiempo la tendremos más adelantada al depositarla en su lugar definitivo.
La época de siembra será de marzo a septiembre (Hemisferio Norte) en zonas de clima cálido, o desde mayo hasta agosto en las de clima más rígido.
Se enterrarán 3 semillas en cada hoyo a una profundidad de 2 cm.
Una vez que haya germinado, se dejarán sólo una planta por hoyo, la más fuerte.
Plantación:
Se hacen caballones a una distancia entre las crestas de cada uno de 3 palmos.
Se ponen las plantas de calabacines sembradas a media altura del caballón procurando que sus raíces queden bien cubiertas de tierra y que a la hora de regarlos reciban agua abundante, lo cual sucederá con la inundación de los caballones, sistema que ya explicamos en capítulos anteriores.
Es importante tener en cuanta la distancia entre cada planta (1,5 metros mínimo) ya que estas plantas sacarán unas enormes hojas y en su interior veréis aparecer constantemente las hermosas flores color anaranjado que luego se convertirán en los preciados calabacines.
Cuando se hace en caballón, la distancia entre plantas dentro de estos es de 0,90 a 1,25 metros.
Marco de plantación:
Los marcos de siembra se establecen en función del porte de la planta, que a su vez dependerá de la variedad comercial cultivada.
Cada planta deberá tener una superficie cercana a 1 m2.
Suelen oscilar entre 1 y 2 metros entre líneas y 0,5-1 m entre plantas.
Los más frecuentes son los siguientes: 1 m x 1 m, 1,33 m x 1 m, 1,5 m x 0,75 m y 2 m x 0,5 m.
Cuando los pasillos son estrechos (1 m x 1 m ó 1,,3 m x 1 m), la siembra o plantación se realiza al tresbolillo.
Riego:
El consumo de agua dependerá del marco de siembra, época de cultivo y sistema de riego, oscilando en cultivos con riego localizado entre los 2000 y 2500 metros cúbicos por hectárea y ciclo de cultivo y entre 500 y 600 metros cúbicos por hectárea y ciclo en riego a pié.
En general el calabacín es una planta exigente en humedad, precisando riegos más frecuentes con la aparición de los primeros frutos.
No obstante, los encharcamientos le son perjudiciales, y en las primeras fases del cultivo no son convenientes los excesos de agua en el suelo para un buen enraizamiento.
Los sistemas de riego más utilizados en calabacín en invernadero son el riego localizado (goteo y exudación) y el riego a pié ( a manta y por surcos).
En riego a pié, el primer aporte de agua se realiza un día antes de la siembra.
Tras la nascencia es conveniente retrasar los riegos hasta los 20-25 días cuando el suelo está en tempero.
A partir del segundo riego, los riegos se llevarán a cabo cada 7-10 días, dependiendo fundamentalmente de la climatología.
En riego localizado, el primer aporte se dará un día antes de la siembra, no siendo conveniente alargar demasiado los riegos posteriores a la nascencia, dando riegos ligeros tras la misma, de volumen y frecuencia variable en función del suelo y época de siembra.
Es aconsejable someter a la planta a un pequeño período de sequía en estado de 3-4 hojas verdaderas, con el fin de favorecer un potente sistema radicular.
Aproximadamente una semana antes del inicio de la recolección deben incrementarse los riegos tanto en volumen como en frecuencia, siendo este aumento progresivo hasta que el cultivo alcance la plena producción. Entre 20 y 90 días después de la plantación.
Abonado o fertilización:
Para una producción media de 80000-100000 kg/Ha, las extracciones medias oscilan entre: 200-225 kg de nitrógeno, 100-125 kg de P2O5 y 250-300 kg de K2O, lo que supone un equilibrio aproximado de 2-1-2,5.
Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, sulfato potásico, sulfato magnésico) y en forma líquida (ácido fosfórico, ácido nítrico), debido a su bajo coste y a que permiten un fácil ajuste de la solución nutritiva, aunque existen en el mercado abonos complejos sólidos cristalinos y líquidos que se ajustan adecuadamente, solos o en combinación con los abonos simples, a los equilibrios requeridos en las distintas fases de desarrollo del cultivo.
También se dispone de numerosos correctores de carencias tanto de macro como de micronutrientes que pueden aplicarse vía foliar o riego por goteo, aminoácidos de uso preventivo y curativo, que ayudan a la planta en momentos críticos de su desarrollo o bajo condiciones ambientales desfavorables, así como otros productos (ácidos húmicos y fúlvicos, correctores salinos, etc.), que mejoran las condiciones del medio y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta.
El aporte de microelementos, que años atrás se había descuidado en gran medida, resulta vital para una nutrición adecuada, pudiendo encontrar en el mercado una amplia gama de sólidos y líquidos en forma mineral y en forma de quelatos, cuando es necesario favorecer su estabilidad en el medio de cultivo y su absorción por la planta.
Entutorado:
Es una práctica que se realiza cuando el tallo comienza a inclinarse, con objeto de restablecer su verticalidad, mediante la colocación de un hilo, generalmente de polipropileno (rafia) que se sujeta por un extremo al tallo y por el otro al emparrillado del invernadero.
De este modo se aprovecha mejor la iluminación, se mejora la ventilación, reduciendo el ataque de enfermedades y se facilitan las labores y prácticas culturales.
Un sistema consiste en hacer un nudo corredizo en el extremo del hilo que va atado al emparrillado de forma que se pueda ir soltando hilo para ir rodeando a la planta conforme ésta crezca.
Otras labores:
Deshierbe, escarda y aclareo del ramaje.
Suprimir los frutos que presenten daños de enfermedades, malformaciones o crecimiento excesivo, para eliminar posibles fuentes de inóculo y evitar el agotamiento de la planta.
En el calabacín no se realiza la poda de formación, por lo que la poda se ve reducida a la limpieza de brotes secundarios, que deben ser eliminados cuanto antes.
Las flores del calabacín se desprenden una vez completada su función, cayendo sobre el suelo o sobre otros órganos de la planta, pudriéndose con facilidad. Esto puede suponer una fuente de inóculo de enfermedades, por lo que deberán eliminarse cuanto antes.
Plagas y enfermedades del calabacín:
- Pulgón negro.
- Araña roja.
- Mosca blanca.
- Orugas.
- Oidium.
- Mildiu.
- Nematodos.
- Podredumbres grises y blancas.
- Virus: diversos mosaicos.
Recolección:
El tiempo que transcurre desde que se planta hasta que se inicia la recolección, en los tamaños de fruto comercial que se hace de esta hortaliza para el mercado en fresco, puede ser entre 40 y 50 días en cultivo de invernadero.
La recolección del calabacín comenzará 40 días después de la siembra, y continuará durante otros 40-60 días.
Cada planta puede producir entre 3 y 4 kg de frutos.
Es aconsejable recolectar los calabacín es todos los días o, como muy tarde, cada dos días.
En efecto, hasta que no se corta el fruto está creciendo lo que retrasa la formación de los frutos siguientes.